Entrevista a Alastair Sinclair, director regional de Crystal Lagoons para Medio Oriente
En Al Nakheel ITC, proyecto ubicado en Wilayat of Barka, Omán, ya avanzan las obras de la laguna con tecnología de Crystal Lagoons® de 5,1 hectáreas que se será el elemento central del complejo.
Alastair Sinclair, director regional de Crystal Lagoons para Medio Oriente, explica que “alrededor del cuerpo de aguas turquesa se incorporarán tres hoteles, 1.436 departamentos residenciales, villas y casas, un sector comercial y una serie de otras instalaciones”.
¿Qué atractivo tiene Omán como mercado para Crystal Lagoons?
Omán es uno de los mercados más recientes de Medio Oriente a los que ingresó Crystal Lagoons.
La expansión hacia Omán es para aprovechar el floreciente mercado hotelero y turístico del país y los esfuerzos que realiza el sultanato para potenciar su turismo sustentable a través de nuevos proyectos e infraestructura con amenities ecoamigables como son las lagunas cristalinas.
Desarrollar la industria turística de Omán es una prioridad para el gobierno, es probable que la inversión vea entrar en el mercado una serie de reconocidas marcas hoteleras. A medida que la inversión en el país crece, también lo hace la competencia.
Con nuestras lagunas cristalinas proporcionamos un elemento diferenciador a largo plazo, que ofrece algo único para los desarrollos, finalmente entregamos el factor sorpresa!”.
¿Cómo aportará el proyecto?
El proyecto Al Nakheel ITC, en asociación con Alargan Towell Investment Company, potenciará Wilayat of Barka como importante centro turístico, destino que ya atrae una gran cantidad de turistas desde la capital, Muscat.
¿Por qué ingresar a un mercado reconocido como uno de los países con las aguas más limpias del mundo?
La tecnología de Crystal Lagoons proporciona una solución viable y sostenible, a pesar de desafíos tales como el suministro de agua y energía, apoyando el impulso de Omán para preservar el agua limpia evitando la contaminación. Crystal Lagoons utiliza cualquier tipo de agua, incluida la salobre de acuíferos subterráneos, eliminando la necesidad de consumir valiosos recursos de agua dulce.
Asimismo, esta innovadora tecnología utiliza hasta 30 veces menos agua que un campo de golf y la mitad del agua necesaria que un parque del mismo tamaño. Una laguna artificial también utiliza 100 veces menos productos químicos que un sistema de filtración tradicional y solo el 2% de la energía requerida por los sistemas de tratamiento de agua convencionales para piscinas y agua potable.
