El proyecto de Crystal Lagoons® en Tailandia “Blue Tree Phuket” reabrirá sus puertas después de la pandemia a partir del próximo sábado 3 de julio, tras haber recibido la certificación SHA Plus de la Amazing Thailand Safety and Health Administration.
Este es el primer proyecto Public Access Lagoons™, también conocidos como proyectos PAL™, del sudeste asiático, al que el público accede a través previo pago de un boleto. Desde su apertura en agosto de 2019, el complejo se ha transformado en un éxito, al igual que todos los desarrollos PAL de Crystal Lagoons alrededor del mundo.
El proyecto, que tuvo una inversión de US$ 40 millones, está posicionado como la principal atracción familiar en el icónico destino turístico de Phuket, lo que ha potenciado aún más el turismo.
El impresionante complejo cuenta con un beach house de cuatro pisos, zona de fitness, club infantil, múltiples espacios comerciales y restaurantes, y está anclado por una enorme laguna cristalina de Crystal Lagoons.
Blue Tree Phuket está en una ubicación idílica en Cherngtalay, Phuket, y ofrece una experiencia como ninguna otra. Con una extensión total de 22 hectáreas, esta versátil instalación de entretención entrega a sus visitantes una amplia gama de actividades para satisfacer todos los gustos.
La laguna artificial de 1,7 hectáreas está rodeada por playas de arena blanca y ofrece un parque de juegos acuáticos tanto para niños y actividades adrenalínicas como Slip N Fly, toboganes de agua, Cliff Jumping & Rock Climbing, splash zones e incluso saltos desde barrancos.
Tecnología sustentable
Los costos de construcción de una laguna con tecnología de Crystal Lagoons son muy bajos, incluso más bajos que los de un parque del mismo tamaño. En cuanto a los costos operativos, estos también son muy bajos, gracias al uso eficiente de aditivos y energía seguros. Esta tecnología revolucionaria también opera en un circuito cerrado, y solo necesita reemplazar el agua que se pierde por evaporación.
A modo de comparación, una laguna de 1 hectárea consume el 50% del agua requerida para el mantenimiento de un parque del mismo tamaño, mientras una laguna de tamaño promedio consume alrededor de 30 veces menos que un campo de golf.
