El elemento central del proyecto Tahití Blue serán 6 hectáreas de agua color turquesa y que se transformará en la laguna cristalina más grande de Perú. El desarrollo estará en Piura que, gracias a la tecnología de Crystal Lagoons® marcará un nuevo hito en el país altiplánico.
Patricia Peralta, Gerente de Arquitectura de Tahiti Blue comentó que lo que hace más atractivo al proyecto es el concepto de condominio sustentable, con una playa de agua turquesa creada con tecnología ecológica de vanguardia, y con más de 500 mil m2 de áreas verdes.
El proyecto ofrece vivir en un condominio auto sostenible y su playa estará ubicada al centro del desarrollo, diseñado estratégicamente para el fácil acceso de los propietarios.
El complejo estará ubicado a 15 minutos de la ciudad de Piura y contará con 156 hectáreas
“Tahiti Blue no sólo te permitirá llevar la playa idílica a la ciudad, sino que tendrá un alto impacto transformando el estilo de vida de las personas permitiendo disfrutar vivir rodeado de aguas turquesas, arena blanca y naturaleza, poder practicar deportes náuticos y todo tipo de actividades al aire libre”, agregó Peralta.
Este proyecto, que comenzó su fase comercial este 18 de febrero, contará con espacios para centros comerciales, restaurantes, colegios y clínicas que acompañarán la experiencia de vivir en una playa paradisiaca del Caribe junto al sol piurano.
Crystal Lagoons ha registrado una importante expansión en Perú y ya cuenta con proyectos inmobiliarios inaugurados, como Hacienda la Joya, primera vivienda; y La Jolla de Asia, segunda vivienda y adicionalmente, ha firmado 8 nuevos contratos y cuenta con 19 en distintas etapas de negociación, incluyendo tres nuevos desarrollos a las afueras de Lima.
Bajo consumo de agua
La tecnología revolucionaria de Crystal Lagoons opera en circuito cerrado y solo necesita reemplazar el agua que se pierde por evaporación.
A modo de comparación, una laguna de 1 hectárea consume el 50% del agua requerida para el mantenimiento de un parque del mismo tamaño, mientras una laguna de tamaño promedio consume alrededor de 30 veces menos que un campo de golf.