Diversos negocios han visto como en el último tiempo han perdido el interés de los nuevos mercados y tienen problemas reteniendo a sus clientes al no poder ofrecer algo nuevo basado en las tendencias. El público general está buscando experiencias más personalizadas y cercanas con la naturaleza, y gracias a Crystal Lagoons®, recintos como campos de Golf, club de campo y recintos automovilísticos han logrado reinventarse.
Problemas como caída de las membresías, altos costos de mantención y grandes extensiones de terreno inmovilizadas, de gigantesco consumo de agua, están impactando económicamente a los clubes a nivel global. Esto los obliga a innovar, diversificándose y enfocándose más hacia familias y menores de 18 años, segmento de público que hoy sólo capta el 11% del total de golfistas a nivel mundial.
Al evaluar cómo solucionar la baja en interés, numerosos desarrolladores inmobiliarios y clubes deportivos alrededor del mundo comenzaron a evaluar con interés las lagunas de Crystal Lagoons® y sus playas de arenas blancas, como opción de recreación más transversal y ecológica.
Un caso de éxito es el resort Diamante Cabo San Lucas, en México, con campos de golf de clase mundial y que enfrentó un duro momento en ventas. Al incorporar una monumental laguna turquesa de 4 hectáreas, abrió nuevos segmentos, convirtiéndose en un resort turístico de alto nivel y dinamismo en ventas.
Otros grandes proyectos como Club Moolia, basado en las pistas de automovilismo, en Australia ya comenzó a implementar una laguna de Crystal Lagoons en la base de su oferta, reconociendo la importancia de este amenity para captar miembros con intereses sustentables y naturales.
El innovador modelo de negocios de Crystal Lagoons, las lagunas PAL™, al que se accede por medio de tickets, es un amenity que utiliza casi 30 veces menos agua que un campo de golf y solo el 2% de la energía que los sistemas convencionales de filtración de piscinas. Además, su tecnología de control de evaporación reduce aún más el consumo hídrico.